Más sexo y menos sexismo

"La publicidad sexista vinculada con el sostenimiento de la violencia de género"

Este, nada menos, es el nombre que se le dio a una de las conferencias realizadas durante el pasado Festival de El Sol. Conferencias, que salvo puntuales excepciones -la charla de Ezequiel Triviño un ejemplo-, estaban "puestas" ahí para rellenar y resultaron bastante decepcionantes.


Más que conferencia, mesa redonda (más bien cuadrada diría yo) compuesta mayoritariamente por mujeres (cómo no) que reivindicaban la igualdad y la erradicación de la publicidad sexista (ya que entre otras condenas la culparon presuntamente de cómplice de la violencia doméstica). Entre ellas, Mabel Lozano quien acaba de rodar el documental 'Voces contra la trata de mujeres' y quien, no tan recientemente, presentaba "semivestida" programas de tal envergadura como Noche de fiesta en el que, claro está, ejercía una labor periodística intachable y honrosa para la dignidad femenina, lejos de limitarse a grandes escotes, sonrisas forzadas y un guión pobre y sin argumento, lo que convencionalmente se llama "mujer florero", vamos.


En la misma mesa, Charo Izquierdo, directora del suplemento de El País, Yo Dona. Revista que fundamentalmente trata de contenidos que nada tienen que ver con estereotipos femeninos de esos que convierten a la mujer en una esclava en la búsqueda de la perfección, qué va! Sus principales secciones, las de la revista cabe aclarar (que las mujeres, algunas, somos más complejas) son: moda, belleza, salud (en la que se suelen incluir regímenes para mantener un cuerpo 10) y así sucesivamente (hasta llegar a la viñeta cómica de Jordi Labanda -muy profunda- y, supongo, que a un horóscopo que te asegura que conocerás al hombre ideal y triunfarás en tu trabajo, aunque eso sí, igual pierdes un tacón por el camino).


Con este panorama y con alguna luchadora más como María Jesús Ortiz, jefa de comunicación del Instituto de la Mujer, se abría un debate en el que se soltaron algunas joyitas como las que siguen:

Mabel Lozano: "he tenido la suerte de tener mellizos, (...), estoy educándolos desde el respeto y educo a mi hija para que estudie, darle libertad, (...), seguridad, (...)". ¿Y a tu hijo? ¿Acaso las mujeres tenemos que ser educadas de forma diferente a los hombres? ¿Esta actitud es igualitaria o, más bien, se asemeja a la conducta de nuestros antepasados, por suerte algunas cosas han cambiado, en que las niñas bordaban y los niños salían a cazar?

Una de las componentes de la mesa redonda, publicitaria, 4 hijos, 3 de ellos chicas: "He educado a mis hijas, (...), yo hablo con ellas mucho de estos temas -del machismo y la violencia, se entiende- (...)". ¿Y qué hay de tu niño? ¿Hay que darle más fuerza a las niñas? ¿No estamos admitiendo de este modo que somos el sexo débil?
Y más comentarios del tipo "cuando llego a casa después de estar todo el día trabajando todavía me tengo que poner a discutir con mi marido para que me ayude con las labores domésticas". El primer error es pensar que tu marido te tiene que ayudar a ti, y, ¿por qué no tú a él? ¿No será que las cosas del hogar corresponden a todos los que habitan en él y por lo tanto se trata de colaborar y no de ayudar a nadie?

Y como no, se criticaron las míticas campañas de Axe, como ejemplo de publicidad sexista por antonomasia.

En cuanto a la representación masculina del coloquio, cuyo cargo corresponde a director creativo de Contrapunto, señaló que la publicidad lo que hace es reflejar la sociedad, para lograr la identificación con el público objetivo. Que en ningún caso se pretende herir sensibilidades ni apoyar, faltaría más la, mal llamada, violencia de género o de génera (un guiño a Arturo Pérez Reverte, por si el ambiente no estuviese lo suficientemente caldeado). Y que en muchas ocasiones se ven obligados a rechazar briefings por no considerarlos acordes con su moralidad. ¿La publicidad es un espejo de la realidad o es la sociedad quien copia unos patrones establecidos por la publicidad?


Yo, por mi parte, y aprovechando este espacio que tengo para expresarme, creo que se debería prohibir el fútbol (al menos, su cobertura en los medios). Y es que no lo entiendo, porque 22 tíos en el campo, 1 árbitro, 2 entrenadores, 2 presidentes de equipo, (...), 4 millones de espectadores (un poner) y, las mujeres, ¿dónde están? Seguramente fregando los platos.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

impresionante... que se puede decir

Blog Widget by LinkWithin