Torres y Villa llevando sacos llenos de monedas de oro. Este podría ser, perfectamente, el sueño más repetido la pasada noche entre los directivos de Cuatro.
Y es que no cabe duda de que la cadena ha hecho el negocio de su corta historia con la compra de derechos de
No sé si fue intuición o fe, pero su arriesgado "podemos" no sólo se convirtió en el lema de este campeonato, sino que además no se tuvieron que tragar sus palabras (que triste sería un "no pudimos, perdón").
La final España-Alemania (o AlemaÑa) fue el partido más visto de la historia, con una media de 80,9% de cuota de pantalla ha batido todos lo records de la televisión española. Se puede decir que casi 9 de cada 10 españoles vieron a Torres dar las tremendas zancadas que supusieron el gol y el minuto de oro del partido.
La cadena supo aprovechar el tirón, no sólo con los partidos, sino también con la programación. Durante el día de ayer registró el share medio más alto de su historia, y con lo que le queda por exprimir aún de la naranja, llenarán los espacios de estos días.
Al que no le guste el fútbol le recomiendo que se marche del país al menos durante una semanita.
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