A un año del sol

¿Qué astrofísico ha dicho que estamos a años luz de El Sol? o ¿quizás fue un astrónomo? Seguramente haya sido un astrólogo al que le falló la bola de cristal. En el mundo publicitario, El Sol está en Sanse, a unos cuantos quilómetros de donde quiera que estés (a no ser que, desgraciado de ti, estés en Donosti o, bien, seas de la también conocida Objeto Messier 31) y a unas cuantas horas de camino (aunque estés en Donosti, sabemos que durante el festival, llegar a cualquier sitio lleva su tiempo).
Para nosotras, El Sol está a un año, que por lo rápido que se ha pasado, sí, ha sido un año luz.
Fue entonces cuando abrimos este blog, nos hicimos una camiseta*, unas tarjetas la mar de chulas en cartulina amarilla y comenzamos a postear sin mesura (por decir algo).
Ahora que releo nuestros primeros posts vuelvo a sentir la emoción de aquellos momentos y pienso (?, por llamarlo de alguna manera), vaya par de ingenuas, pero parece que tienen ganas. Las ganas a veces se pierden, pero la ingenuidad no nos la saca nadie.
Y también veo que poco o nada hemos cambiado, que ahora no sólo la publicidad está en crisis, sino que todo está en crisis, y que se sigue diciendo lo mismo de El Sol que hace un año, y que nosotras seguimos pensando que puede que algún día alguien se acerque o nos mande un mail o nos llame por teléfono o se dirija a nuestro subconsciente mediante telepatía o directamente nos dé un contrato para que lo firmemos. Y nada, la autogénesis de empleo no acaba de surgir de forma espontánea (será que nos duchamos demasiado?)
Bueno, algo sí que ha cambiado, este año nos quedamos bajo el sol de Madrid, nos conformamos con las crónicas de Nacho Guilló en la revista Auncios y los pintxos nos los tomaremos con ch y por La Latina. Luciremos nueva camiseta (Mataghatos, próximamente en nuestros torsos) y por mi parte, a empezar de nuevo no se sabe todavía muy bien ni dónde ni cómo ni cuándo ni por cuánto (el porqué está claro, no?) mientras a Andrea los quesos no la dejan sin medios.


*Que yo lucí de forma inmaculada durante los cuatro días del evento. La técnica, sobradamente conocida. Dos días del derecho y dos del revés, intercaladamente para que el sobaquillo se airee. Dosis triple de desodorante y la colonia no hacía falta porque el aliento a txacolí ya emanaba suficiente alcohol.

0 comentarios:

Blog Widget by LinkWithin